miércoles, 6 de octubre de 2010

lunes, 19 de octubre de 2009

Cuidemos nuestra agua, aire y suelo

La necesidad de cambiar el modelo de desarrollo económico y social actual por otro más sostenible y solidario, y es uno de los grandes deseos expresados por multitudes de comunidades de todo el planeta. Las nuevas ideas e iniciativas derivadas de consensos de asambleas mundiales de los pueblos y de autoridades políticas para la protección del Medio Ambiente, en un marco de internacional de convivencia de multiculturalidad y multibilingue, están generando ya nuevas actividades económicas y modificando muchas de las existentes; habrá que abandonar muchas prácticas inaceptables desde el punto de vista de la sostenilidad ambiental.
Es fundamental promover la cultura emprendedora entre todas las personas a partir de los niños, niñas, y adolescentes de El Agustino, teniendo en cuenta toda esta realidad amenazante de la extinción del agua, la polución del aire y del agua.
Modifiquemos nuestros modos de vida cotidianamente en los aspectos socio económicos y culturales para conservar los recursos vitales del agua, aire, suelo; y que están en progresiva extinción y también de las especies de la flora y fauna. Reflexionemos y actuemos con conciencia colectiva, modificando niveles de dimensiones sociales, culturales y de autoconocimiento; para interactuar en diferentes escenarios del quecer cotidiano, ya sea en el trabajo, en los estudios, en el hogar y que impacten en la sociedad.




Busquemos modificar las interrelaciones entre la familia, con una adecuada educación para la conservación de nuestros recursos vitales; iniciándose a partir del trabajo en equipo con los miembros de nuetra familia; valorar las costumbres ancestrales de conservación; las creencias de impactos de conservación de alimentos nativos y la medicina tradicional; los modos de estilos de vida saludable; y que se vea reflejada por resultados sustentables. Tratemos la materia prima de la naturaleza con especial cuidado. Brindemos informar a las comunidades sobre la fortaleza del valor colaborativo y solidaridad del entorno cómo vamos cuidando nuestros recursos. Planifiquemos nuestros proyectos de vida acorde con un buen uso de los recursos vitales de la tierra. Modifiquemos los modos de educar a niños, niñas y adolescentes y que sean los líderes y vigías emprendedores de nuetros recursos. Formemos a los jóvenes con sentido ambientalista y cultivemos una ética para el servicio y desarrollo humano y que inspire confianza con responsabilidad.